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14,16 €Una vez conocà a una niña. Ella pensaba que podrÃajugar a la rayuela con las lÃneas de una carretera. Creyó que eraverdad que hay una estrella que guÃa a los viajeros con almade nómada. Encontró miles de hogares y todos ellos fueronpersonas. Se abrazó al desastre que supone arrancar sus raÃces yamarrarlas a cualquier corazón que creÃa que latÃa por algo más quesupervivencia. Luchó por llegar a una cima solo para robarle unrayo de luz al sol y asà poder alumbrar los ojos tristes de su madre.Amó como solo un niño puede amar: con el pecho abierto y comosi no hubiese un mañana. Escribió durante demasiadas madrugadaspara sus dientes de leche y lloró cuando su barquito de papel nopodÃa surcar más mares. Sobrevivió a un naufragio y llegó a tierra,donde añadió una vela más a la tarta simplemente para podersoplar un nuevo deseo. «Que empiece el viaje», pidió. Lo escribióen una libreta, porque le habÃan contado que si los sueñosse dicen en alto no se hacen realidad.Esa niña, que soy yo, se ha hecho mayor.Ahora comprendo que no entiendo qué es vivir si no es desgastarla suela de los zapatos y las ruedas sobre el asfalto, o quizáes que el mundo no para de girar y yo solo trato de seguir el baile.